11.10.2014

El rescate de mi blog

Me apetece rescatarte, mi querido blog. Para mí siempre has sido mi vía de escape a los pensamientos y sentimientos que no puedo expresar ni decir ni gritar. Después de haber pasado un mes en la miseria emocional. De verme en el fondo del pozo, es cierto que lo único que hace falta en esta vida es tiempo. Tiempo para que la piel se vuelva a recuperar. Sin embargo, sé que esta etapa no se cerrará hasta que no recorra todos los lugares que me recuerden a él. Hasta que no vuelva a pisar esas calles, esos parques o esas cafeterías dónde íbamos a charlar y a reírnos juntos. 

 Ahora bien, mi emociones están dando un giro de 180º y sabéis por qué? Por que he conocido a alguien que parece que me gusta. Qué coños parece! Vale, Creo que ya lo admito. Me gusta. Ese tipo de personas que te atraen pero no sabes muy bien por qué. 

 Lo busco en los bares, intento que nuestras miradas se crucen, tocarle el brazo, vamos todas las bobadas que se intentan hacer para tontear.. pero aún así tengo miedo. Antes os podría decir que me daba igual lanzarme o escribirle o soltar una frase delante de mis amigos y ellos se quedaban boquiabiertos. 

Pues bien, ahora estoy acojonada. En la vida me había visto en esta situación. ¿Qué es lo que pasa? Quizás no estoy recuperada de mi anterior etapa. Quizás busco que las cosas sucedan rápido cuando lo que necesito es tener paciencia y que la acción se vaya desarrollando sola. Ya, pero ¿y si espero tanto que luego se desvanece? ¿Cuándo sabemos que es el momento adecuado? 

Soy una contradicción andante, mis tripas dicen: hazlo, hazlo! Pero mi cabeza susurra: ten paciencia! Estoy cansada de leer comentarios que hablan del Carpe Diem. ¿La gente se plantea algo en su vida? ¿o vivimos en un momento en el todo ser humano es impulsivo y no se plantea nada? Yo, ahora mismo, sí me planteo mis decisiones. Y quiero que me salgan las cosas bien. 

 Necesito que algo me salga bien.

No hay comentarios: